Desde el trópico mexicano, el poeta Níger Madrigal envía un saludo poético para León.
Un jinete cortó una flor
y cabalgó sin parar varios días.
Cuando llegó al balcón de su amada,
la flor sólo un pétalo tenía.
¿Dónde quedó la flor? -preguntó la niña.
Llegará con el viento en la mañana
para adornar el sueño de mi amor.
Níger Madrigal es poeta y pintor, vive en Cárdenas, Tabasco. Ha publicado varios libros de poesía, algunos de ellos: La blancura imantada, 2000; Criatura de isla, 2004 y Oscurana, 2010 entre otros. Con su poemario Rutinero obtuvo el Premio Hispanoamericano de Poesía para Niños 2007. El libro fue publicado por el Fondo de Cultura Económica con ilustraciones de la artista argentina María Wernicke.
Imparte talleres de pintura y creación literaria para niños.
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